La generación muda
Si miramos a nuestro alrededor vemos a la mayoría de los jóvenes con la cabeza baja pendientes del móvil. En el país en el que tenemos más móviles que habitantes es preocupante que los jóvenes prefieran comunicarse por WhatsApp incluso estando en la misma habitación. Es la llamada generación muda.
Un informe de la fundación telefónica dice que el 97% de los menores de 25 años se comunican por WhatsApp, no utilizan nunca las llamadas. Llega hasta el punto en el que quedan y no hablan.
Pero este es un fenómeno global que no solo afecta a nuestro país. En Reino Unido y Estados Unidos se han hecho ya numerosos estudios que revelan cómo están cambiando las formas de comunicación.
Muchos expertos consideran problemático que los jóvenes no quieran interactuar ni siquiera por teléfono, y sienten que este tipo de conversaciones a través de emojis y palabras abreviadas los está convirtiendo en analfabetas emocionales. Ya hay signos alarmantes como el ghosting, un fenómeno que consiste en desaparecer de las relaciones románticas sin dar explicaciones. Según los psicólogos, para los jóvenes de hoy chatear es mucho mejor porque así evitan la confrontación. Explican que con la conversación voz a voz o cara a cara viene el conflicto, el riesgo y la vulnerabilidad. El mensaje ‘no puedo ir a la cita’ que envían sin ver a su interlocutor les evita este tipo de situaciones. Dicho comportamiento está dando paso a una “empatía perezosa”, es decir, a compartir los sentimientos de tristeza o alegría por medio de una imagen, pues llamar sería un esfuerzo muy exigente.
Otros expertos en cambio dicen que es la consecuencia lógica de ser nativos digitales y debemos adaptarnos para que la brecha generacional sea menor.
Existen factores como el económico que también ha influido en el auge de este tipo de comunicaciones. Hablar por teléfono era caro y no al alcance de todo el mundo en cambio la mensajería es gratuita. Igualmente es cómoda y permite mantener varias conversaciones a la vez.
En lo que si están de acuerdo todos los expertos es en la falta de tono emocional: “La amistad requiere reciprocidad y empatía, algo que las redes sociales no ofrecen. Al hablar la gente puede interactuar, interrumpir, cada quien se presenta sin ediciones” Phil Reed, profesor de psicología de Swansea University.
A pesar de lo preocupante de la situación aún hay esperanza y no debemos alarmarnos. Los jóvenes seguirán quedando como lo han hecho siempre para salir, tomar unas cañas, ir al cine…Porque hay cosas a las que nadie quiere renunciar.