Retos virales
Con la inocente apariencia de un juego online aparecen los retos virales en la red. Pero estos juegos entre amigos llegan a ser tan peligrosos que pueden ocasionar lesiones, incluso la muerte de sus jugadores.
Los retos virales circulan constantemente por la red. Se ponen de moda unas semanas, se propagan por todo el planeta a la velocidad de la luz a través de redes sociales y herramientas de mensajería (WhatsApp y Messenger) y desaparecen igual que aparecieron dejando a su paso un número enorme de víctimas.
¿Por qué son tan populares estos retos?
Según Healthy Children «Los retos virales tienen tanto éxito entre los adolescentes porque su cerebro todavía está en desarrollo, algo que les hace ser más impulsivos provocando que actúen sin tener en cuenta las consecuencias. Además, las redes sociales y la dictadura del like induce a los jóvenes a actuar así para sentirse aceptados por los demás sin pensar en el peligro que puede ocasionar para sus vidas».
Ignorancia, temeridad, y ganar notoriedad, son los factores principales que llevan a los jóvenes a participar en estos juegos.Se presentan en forma de juegos online, unos juegos para grabar en video y compartirlos en Internet. Un camino rápido para integrarse y adquirir fama dentro del mundo digital y su entorno social. Algo que en muchas ocasiones ciega a los menores de edad y no les deja ver los riesgos reales a los que se exponen.
Retos virales más conocidos
- Bird Box, sacado de la película de Netflix del mismo nombre y que anima a los menores a realizar tareas como cocinar, jugar…incluso salir a la calle con los ojos vendados
- La ballena azul: Uno de los juegos virales que más conmoción y alarma social han causado. Los administradores dan una serie de tareas a completar por los jugadores. Algunas de ellas incluyen hacerse cortes. La última misión de este juego es el suicidio.
- Momo: Igual que la ballena azul, consiste en superar pruebas que en ocasiones llevan al menor a autolesionarse e incluso inducen al suicidio, a la vez que aterroriza a los más pequeños.
- Balconing: Este reto es, quizás, el más conocido. Se trata de lanzarse a una piscina desde un balcón o terraza. Arriesgando la integridad física e incluso la vida por superar a otros. Cada año se contabiliza alguna muerte a causa de este reto.
- Tide Pod Challenge: consiste en comer, cocinar o morder cápsulas de detergente como si fueran dulces.
- TheShellChallenge: se basa en comer cualquier alimento o producto con su propio envoltorio o cáscara. Como por ejemplo, un huevo, naranja…
- Juego de la asfixia: Consiste en inducirse el desmayo por medio de la asfixia intencionada. El objetivo es conseguir una sensación placentera de verdadera euforia.
- Train surfing: Juego extremo en el que el objetivo es grabarse mientras se viaja por fuera de un tren. Sujetándose en los costados, debajo de las ruedas, en el techo…
- Vodka en el ojo: Consiste en verter vodka dentro del ojo por la creencia de que el alcohol llega antes al torrente sanguíneo a través de las venas oculares. El objetivo es embriagarse lo más rápido posible. Esta teoría, además de ser absurda, provoca inflamación y coagulación de los vasos sanguíneos oculares. Ya que el ojo no tiene un revestimiento, como el estómago, para protegerse.
- Hot water challenge: consiste en arroja agua ardiendo a alguien mientras está totalmente desprevenida. Un joven de 15 años resultó herido gravemente cuando su amigo le lanzó agua hirviendo mientras dormía.
- Flaming cactus challenge: Se trata de comerse un cactus en llamas. A la vez puedes beber cerveza para evitar el sabor y sobre todo para no quemarte.
- El abecedario del diablo o el abecedario chino. Consiste en que un niño rasca el dorso de la mano a otro mientras este recita las letras del abecedario de la A a la Z y dice una palabra que comienza con cada letra. A cada palabra la ‘rascada’ es mas fuerte, acabando la mayoría de las veces con heridas graves que dejan marcas y cicatrices para toda la vida.
La lista puede ser interminable, más si se tiene en cuenta que a diario surgen nuevos retos. Para evitarlo es primordial que conocer bien el mundo digital y saber que riesgos entrañan. Y educar a los menores para que sean conscientes de los mismos y actúen con responsabilidad.